- Por falta de pruebas, Juez Ángel Mendivil Mamani da comparecencia a narco serbio Zoranjacksic.
Otro hecho vergonzoso acaba de ocurrir en el Poder Judicial. Meses de investigación, decenas de conversaciones interceptadas legalmente, audios que son elementos de convicción en la investigación.
Nada fue tomado en cuenta por el juez Ángel Ernesto Mendivil Mamani del Cuarto Juzgado de Investigación Preparatoria de la Sala Penal Nacional en la sustentación de prisión preventiva de ZoranJaksic ofrecida por el magistrado Arturo Mosqueira Cornejo de la Segunda Fiscalía Supraprovincial Contra el Crimen Organizado.
Las notas de agentes de inteligencia que reportan seguimientos a cada miembro de la organización y la incautación de más de 800 kilos de clorhidrato de cocaína a los miembros de esta banda tampoco fueron consideradas por la sala.
Se trata del mismo juez que liberó en octubre al mayor PNP Julio Mattos Vela, sindicado por integrar la organización criminal Los Norteños y Guarayos.
Esta vez los argumentos de Mendivil Mamani tienen que ver con la suma de US$ 360 que se le encontró al serbio en el Centro Binacional de Tumbes el 17 de julio, monto que no lo califica como financista de una organización delictiva. Lo que el juez no consideró es que los grandes montos de dinero son traídos al país de forma ilegal.
Otro elemento enviado al tacho son las comunicaciones interceptadas judicialmente, según el magistrado, jamás se mencionan a ZoranJaksic. Solo hablan de una persona como el apelativo de ‘Chiquito’, ‘Enano’, ‘Gringo’ o ‘Grandazo’. No se conoce un caso donde los cabecillas de banda se les llamen por su nombre.
Además, el juez no tomó en cuenta que en una de las conversaciones grabadas a Zoran con tres miembros de la organización –Héctor Soto Córdova y Jorge Medina Gavilán quien a su vez definía con su hermano Fernando Medina– se establece que se iban a reunir con el serbio en el restaurante ‘Glotons’ de la Avenida Comandante Espinar # 529, Miraflores, y para reconocerlo lo describen físicamente y qué ropa tenía puesta. En esa reunión se concreta la compra de media tonelada de droga.
Se trata del mismo juez que liberó en octubre al mayor PNP Julio Mattos Vela, sindicado por integrar la organización criminal Los Norteños y Guarayos.
Esta vez los argumentos de Mendivil Mamani tienen que ver con la suma de US$ 360 que se le encontró al serbio en el Centro Binacional de Tumbes el 17 de julio, monto que no lo califica como financista de una organización delictiva. Lo que el juez no consideró es que los grandes montos de dinero son traídos al país de forma ilegal.
Otro elemento enviado al tacho son las comunicaciones interceptadas judicialmente, según el magistrado, jamás se mencionan a ZoranJaksic. Solo hablan de una persona como el apelativo de ‘Chiquito’, ‘Enano’, ‘Gringo’ o ‘Grandazo’. No se conoce un caso donde los cabecillas de banda se les llamen por su nombre.
Además, el juez no tomó en cuenta que en una de las conversaciones grabadas a Zoran con tres miembros de la organización –Héctor Soto Córdova y Jorge Medina Gavilán quien a su vez definía con su hermano Fernando Medina– se establece que se iban a reunir con el serbio en el restaurante ‘Glotons’ de la Avenida Comandante Espinar # 529, Miraflores, y para reconocerlo lo describen físicamente y qué ropa tenía puesta. En esa reunión se concreta la compra de media tonelada de droga.
Así, el juez declaró infundado el requerimiento de prisión preventiva contra ZoranJaksic y en su lugar dictó la comparecencia con restricciones. Le prohíben comunicarse con cualquiera de los implicados de cualquier forma y le imponen el pago de una caución de 5 mil soles dentro del quinto día de esta audiencia. La siguiente regla es de fijar un domicilio en caso sea encarcelado y la obligación de no ausentarse de dicho domicilio y registrar su firma cada 30 días ante este juez.
La defensa de ZoranJaksic, a cargo del abogado Hugo César Eyzaguirre Maguiña, dijo a la sala que su patrocinado fue secuestrado y obligado a ingresar a territorio peruano. Lo que no supo explicar fue cómo ingresó con el nombre de NikolaMarjanovic, ciudadano serbio muerto en el 2012. Al serbio aún le queda un proceso judicial del año 1998 en la primera sala penal, por tráfico ilícito de drogas donde fue considerado reo contumaz.
Esta vez se había llegado al vértice de la pirámide y no al último eslabón de la cadena. Pero, más que ciega, aquí la Justicia parece miope.
Fuente: Caretas
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