¿Cómo se llegó a ellos?
Gracias a la colaboración eficaz de funcionarios de la constructora brasileña Odebrecht como Jorge Barata. El fiscal Adjunto de Oficina de Cooperación del Ministerio Público Federal de Brasil, Carlos Bruno Ferreira, habló con La República cuando estuvo de paso por Lima y contó algunos detalles de la cooperación entre Perú y Brasil en el caso Lava Jato.
"Perú ha sido uno de los siete primeros países que nos ha pedido información sobre Lava Jato, por tanto ya no necesita de los formalismos. Por eso, cuando hubo la cumbre en Brasilia (en febrero) entregamos directamente información al Perú. Tienen muchos caminos en su investigación", manifestó.
Asimismo, dijo que dentro de la documentación que remitieron a la fiscalía peruana se encuentran datos que no solo involucran a Odebrecht; es decir, que existen otras empresas y personajes involucrados en actividades criminales, pero que esa información se encuentra bajo reserva.
“No puedo comentar los casos porque la fiscalía del Perú no me lo ha permitido, pero puedo asegurar que ya recibieron la información. Hay delaciones y documentos que no están bajo confidencialidad. La corrupción que vimos en Lava Jato es una corrupción sistémica en Brasil que imaginamos es replicada en todos los países de América Latina”, dijo.
La buena noticia que la confidencialidad sobre las delaciones premiadas culminará en junio. A partir de ese momento, explicó, se podrán conocer nombres de políticos y funcionarios hasta ahora bajo siete llaves, incluso algunos que no estaban si quiera bajo sospecha.
“En el caso de Odebrecht, es muy probable que en junio se descubra que algunas personas en el Perú libre de cualquier sospecha estaban involucradas en crímenes”, subrayó.
La dinámica del esquema delictivo del caso Lava Jato, según Bruno Ferreira, consistía en que las empresas, directivos y políticos recibían dinero de los sobrecostos de las obras públicas que se ganaban pagando sobornos a funcionarios.
"El dinero llega a través de la financiación de campaña que en Brasil se llama 'Caja 2' y también por el lavado del dinero. Entonces, hay mucha documentación que no es solamente Odebrecht, pero que revelan crímenes que han ocurrido en el Perú", precisó.
El fiscal también manifestó que generalmente cuando se hace un crimen, los socios conocen sobre este. Sin embargo, no precisó que esto haya sucedido en el caso Odebrecht.
La cooperación del Ministerio Público brasileño con las fiscalías de otros países donde operan las empresas del caso Lava Jato ha sido bastante buena, subrayó el magistrado. Las nuevas tecnologías vienen siendo sus principales aliados para el intercambio directo de información. Para Bruno Ferreira, el trabajo de la fiscalía peruana es un ejemplo para otros países, pues es uno de los que más ha avanzado.
“Tenemos mucho contacto con las otras fiscalías, las nuevas tecnologías nos permiten esos contactos con mucha facilidad porque hay videoconferencias, hay aplicativos de mensajes, hoy es muy sencillo viajar de un lugar a otro. Entonces, ya no es necesario una reunión personal. La ventaja es que las evidencias que tenemos sean enviadas a los otros países con mucha más facilidad porque hoy todavía utilizamos la idea de autoridades centrales (...) Por ejemplo, cuando el doctor Hamilton Castro va a Curitiba podrá salir con la evidencia en su maleta y utilizarla en su proceso y con eso ganaremos tiempo", explicó.
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