La Dirección contra el Terrorismo (Dircote) de la Policía Nacional interrogó al narcosubversivo de Sendero Luminoso Gaspar Villar, ‘Yebeto’, a mediados de abril del 2011. Había sido detenido en Aucayacu el 6 de abril, es decir, cuatro días antes de la primera vuelta de las elecciones de ese año que llevaron al poder a Ollanta Humala. En esa época, ‘Yebeto’ era uno de los lugartenientes más importantes de Florencio Flores Hala, ‘Artemio’, el principal cabecilla en libertarn en ese entonces, y había comandado varias acciones subversivas en el margen derecho del río Huallaga.
En el documento del interrogatorio, al que tuvo acceso Ojo-Público, ‘Yebeto’ le dijo a los agentes de la Dircote que conocía al empresario maderero del Alto Huallaga Julio Méndez Huamán, a quien ‘Artemio’ quería utilizar en 2006 para contactar a Ollanta Humala, quien por entonces tentaba por primera vez la Presidencia.
“En esa época estaba a punto de ser elegido presidente y en su plan de gobierno [de Humala] ‘Artemio’ había leído que este mencionaba una amnistía para todos los que estaban involucrados en denuncias de derechos humanos de la época de los 80, 90 y 2000, tanto militares como policías y senderistas. Eso en esa época le interesó a ‘Artemio’ y quería deponer las armas con esa amnistía. Por ello buscó a Julio Méndez, quien le dijo que era amigo de Humala, para que coordinara con él mismo un acuerdo para la amnistía general si este (Humala) era elegido”, dijo Gaspar Villar en una declaración que ve la luz por primea vez.
En las elecciones de 2006, Humala fue derrotado en segunda vuelta por Alan García, a quien ahora el líder nacionalista acusa de haber permitido y avalado las interceptaciones telefónicas en su contra en el 2011.
De acuerdo al testimonio de ‘Yebeto’, Julio Méndez y el expresidente se conocieron cuando este último era jefe de la base antisubversiva en Madre Mía (Alto Huallaga), porque las tropas del Ejército pasaban por sus terrenos. Como candidato, Humala lo contactó en el 2006, cuando se conocieron por primera vez las denuncias en su contra por violación de derechos humanos en la zona.
“El mismo 2006, Humala llamó a Julio Méndez diciéndole que había una denuncia por derechos humanos contra él por un asesinato en el caserío de Madre Mía, pidiéndole a Julio Méndez que converse con la familia del asesinado, ya que eran del caserío de La Morada, para que lleguen a un acuerdo en que Humala no había cometido el asesinato”, declaró ‘Yebeto’.
Fue así que, desde marzo del 2011, las conversaciones entre Julio Méndez y ‘Yebeto’ fueron interceptadas y eran escuchas por la Dirección Antidrogas de la Policía (Dirandro). El expediente madre de las interceptaciones a la cúpula del Partido Nacionalista, entre el 1 de marzo al 1 de abril de ese año, ya registraban las comunicaciones de Méndez.
El resultado arrojó que en solo 30 días, Julio Méndez se comunicó 29 veces con un hombre de máxima confianza de Humala, el suboficial del Ejército Amílcar Gómez Amasifuén, reveló Ojo-Público. En esos diálogos se escucha que ambos hablan de entregas de dinero, de actividades políticas y del caso de asesinato y desaparición en Madre Mía.
Así, el 1 de abril del 2011, se inició el ‘Caso Humo’, como fue denomiado por la Dirandro el proceso de escucha telefónica a Gómez Amasifuén, el militar que participó en el levantamiento de Locumba con Humala en el 2000. En paralelo era vigilado y seguido en el marco del juicio que afrontaba junto a Jorge Ávila y Robinson Gómez Reátegui por el pago de soborno en el caso Madre Mía.
En una de las audiencias del referido juicio, un equipo especial la Dirandro, con el apoyo de efectivos del programa Constelación, realizó el seguimiento de Gómez Amasifuén y grabó cuando le daba dinero al testigo Jorge Ávila y acompañaba al hijo de este al Banco de la Nación. Dos semanas después de estos hechos, el video que registró el soborno fue difundido por Perú21.
Gómez Amasifuén también fue grabado mientras participaba en una actividad proselitista del Partido Nacionalista en San Juan de Lurigancho y saliendo de la empresa de transportes Flores, en La Victoria, junto a otro interceptado, Wilfredo “Polo” Calderón.
Además, se resgistraron sus conversaciones con el entorno más cercano de Humala, como su asesor desde la primera campaña electoral, Adrián Villafuerte; el tesorero del Partido Nacionalista, Julio Torres Aliaga; y la secretaria de Comunicaciones, Cynthya Montes. Y fue través de ellos que la Dirandro obtuvo información de sus conversaciones con Humala, Nadine Heredia, Eduardo Roy Gates, Salomón Lerner, Daniel Abugattás, entre otros.
Ahora, seis años después de realizadas estas interceptaciones –relacionadas a las finanzas del Partido Nacionalista y a la presunta compra de testigos del caso Madre Mía– ven la luz los audios que podrían provocar que se reabra un proceso que la justicia había cerrado en el gobierno del principal implicado: el expresidente Humala.
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