Sin embargo, esas emociones intensas, positivas o negativas, podrían provocar un infarto por estrés, explicó a la Agencia Andina el cardiólogo clínico del Instituto Nacional Cardiovascular (INCOR) de EsSalud, Enrique Sanabria Pérez.
El especialista comentó que la exacerbación de emociones aumenta los latidos del corazón, la secreción de adrenalina y la presión arterial, lo que demanda más oxígeno al corazón.
Por eso, dijo Sanabria, a causa de una emoción intensa mientras se observe el cotejo Perú- Argentina, existe el riesgo de que alguna persona presente un cuadro de infarto por estrés.
"Las emociones se exacerbarán si nuestro equipo va ganando o perdiendo. Por eso recomendamos a la hinchada tomar las cosas con calma. Si a una persona le falta el aire de manera súbita o le duele el pecho es mejor que no se automedique y más bien acuda a un centro de salud”.
Factores de riesgo
Sanabria Pérez recordó que la persona con antecedentes de enfermedad cardiovascular (como insuficiencia cardiaca o una cardiopatía isquémica) también podría verse afectada por la vivencia de emociones intensas.
Las cardiopatías por estrés representan el 2 por ciento de todos los infartos que se registran en los hospitales del país.
Los casos de infartos por estrés que llegan al INCOR son con más frecuencia de mujeres, que sufrieron la pérdida inesperada de un familiar.
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