Ese día los empadronadores inscritos ante el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), organizador de los censos, pasarán casa por casa para recoger la información que permita elaborar el XII Censo de Población, el VII Censo de Vivienda y el III Censo de Comunidades Indígenas.
El jefe del INEI, Aníbal Sánchez, recalcó que toda la información que se recoja será de utilidad porque permitirá trazar políticas de empleo, vivienda, salud o educación. "Será información que ayude a actualizar el mapa de pobreza del país, saber por ejemplo qué distritos tienen altos niveles de desnutrición e incluso llegar a nivel de centro poblado".
Sánchez explicó que la inamovilidad significa que nadie salga del lugar donde se encuentra porque, de lo contrario, podría haber duplicaciones u omisiones en la recolección de los datos.
"Si después de haber sido censada una persona se va a la casa de su tía, podría ser censado nuevamente allí. Por eso, para evitar duplicaciones u omisiones es mejor la inamovilidad", comentó a la Agencia Andina.
El funcionario subrayó que esta situación ha ocurrido antes en el Perú, en anteriores censos, y pasa en todas partes del mundo, por lo que no nos debe sorprender.
"Ese día es mejor que la población esté en su domicilio, con tranquilidad, compartiendo con su familia. Es como si nos tomáramos un día de descanso en el seno del hogar", refirió.
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