"Desde niño escuche su nombre especialmente a través de mi padre Simeón. El nombre Víctor Raúl se había convertido en una leyenda para mi familia y para todo el pueblo peruano, y el 22 de Febrero de todos los años a pesar de la dictaduras y de la persecución implacable contra Víctor Raúl Haya de la Torre y los lideres militantes del partido, el pueblo celebra el onomástico de su jefe, haciendo fogatas, reventando cohetes y los más audaces fuegos artificiales, burlando siempre a la soplonería, se hacían serenatas y la celebración se volvía una verdadera fiesta, recordando el nacimiento de Víctor Raúl, el pueblo lo quería como el también los amaba.
Mi padre conversaba mucho sobre Víctor Raúl con amigos y compañeros, yo escuchaba se iba grabando le egregia personalidad del líder indoamericano, mi padre agricultor sin hablarme jamás para convertirme en aprista, me llevaba de la mano a esas aventuras partidarias que más tarde serian mi ideal y mi crecimiento político, cuya militancia se inicio en 1960 cuando ingrese a la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, joven y adolescente mi inquietud por el partido se hacía más patente; en el año 1957,Victor Raúl regresaba del destierro. Todo el pueblo del Perú quería verlo, escucharlo, saludarlo y estrecharle su mano fraterna.
Mi padre me trajo a Lima un día de Julio de ese año, donde Víctor Raúl se iba a dirigir al pueblo de Lima en la Plaza San Martin, fue ahí donde lo vi por primera vez, el grito de ¡Víctor Raúl! Era la bandera de fe, esperanza y decisión de lucha, era un ser casi celestial que reflejaba una gloria suprema, parecía elevarse sobre lo humano, transportado del Olimpo, ciertamente era un “Hombre extraordinario de otra dimensión “así evocaba el fundador del aprismo, uno de sus hijos predilectos, el Doctor Genaro Ramón Vélez Castro, cuando estamos a escasos días de celebrar los 116 años de su nacimiento en la ciudad heroica de Trujillo.
Con lujo de detalles nos cuenta que en las circunstancias que se esperaba a Víctor Raúl ,en la Plaza San Martin se hablaba insistentemente, de una posible renuncia de Manuel Seoane al Partido del Pueblo, la masa se inquieto mucho por estos rumores que la entristecían. Pero desde el estrado los líderes del aprismo dieron una gran lección de unidad y rotunda mentira a las intrigas de nuestros adversarios.
Ramiro Priale dio la bienvenida diciendo: ¡Víctor Raúl, aquí tienes a tu pueblo, pueblo aquí esta Víctor Raúl! La multitud pidió a una sola voz que hable el “cachorro “Manuel Seoane y en su gesto juguetón y fraterno que evocaba seguramente los años mozos que combatieron juntos contra la tiranía de Leguía en 1023, Victor Raúl empujo a Seoane para que haga uso de la palabra. Como extraordinario orador “el cachorro” Seoane cautivo a las masas rindiendo homenaje al maestro. Reconociendo su liderazgo indiscutible. “Tú sigues siendo el Jefe” le dijo, al mismo tiempo que destacaba su sacrificio por defender los derechos de millones de peruanos y por haber alcanzado la categoría suprema de ser el conductor de América Latina y el filósofo de los tiempos nuevos. Aquella noche la unidad del partido quedo sellada con una reafirmación de lealtad, porque “Unidos todo lo podemos, divididos no somos nada”.
Recuerdo que durante mi época de universitario en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, los jóvenes de mi generación acudíamos todos los días a la Casa del Pueblo en Alfonso Ugarte, y cuando no estábamos en la jefatura en la Sala Libertad y allí dialogábamos con el maestro Víctor Raúl hasta altas horas de la madrugada. Hacía gala de una cultura general y humanista, dominaba todos los temas, nos hablaba de literatura, filosofía, historia, geografía y hasta de matemática y de física, a esas alturas tenía una idea fija de la era cibernética que más tarde nos insertaría en la modernidad, que Haya ya avizoraba con su concepción dialéctica y su condición relativista de la historia” agrega el doctor Genaro Vélez.
En Villa Mercedes, hogar de Víctor Raúl compartimos reuniones interminables con el Jefe, especialmente los días sábados y Domingos. Íbamos cantando como una invitación, “UN DOMINGO CUALQUIERA TE ESPERO EN LA CASA DEL MAESTRO VICTOR RAUL…” Y también aquella tonada de vals “Seamos leales al aprismo compañeros, el ejemplo nos lo da Víctor Raúl, seamos leales tercamente compañeros…,el Apra legión de valientes que a este continente quiere unificar…los pueblos de Allende y el Caribe al fin se unirán…con Bolívar y Haya de la Torre el mismo camino de la libertad”. Pero era infaltable la Marcha de los Caídos como homenaje a los miles de mártires del aprismo y nuestro Himno de la Libertad, la Marsellesa Aprista que Arturo Sabroso escribió y el Pueblo la Perennizo”.
Cuando le pregunte a Don Genaro, por los personajes que estaban presente siempre en Víctor Raúl, nos dijo que los nombres de Manuel Gonzales Prada, Ricardo Palma, César Vallejo, Alberto Hidalgo, Antenor Orrego entre otros siempre era tema de conversación con el maestro. Pero era el recuerdo de Manuel Arévalo, el mártir del aprismo, el que más lo emocionaba.”Víctor Raúl consideraba a Manuel Arévalo como un santo, decía que por la grandeza de su alma se había quedado entre nosotros desde el día de su sacrificio,
Fue mártir pero también entrego su alma para protegernos de la persecución y de la muerte. Cierta vez en plena persecución nos conto el jefe que el vehículo que transitaba (piloteado por Juan de las Casas Grive), fue intervenido por un soldado que lo miro fijamente con los ojos inyectados de odio, apuntando su fusil para asesinarlo. Sucedió entonces que Víctor Raúl invoco la memoria de su amigo y compañero, diciendo: ¡MANUEL SALVAME! En esas circunstancias el soldado giro el arma y le hizo una señal al jefe que continuara su camino. Nos faltaba el soplo de lo cósmico que había que pedírselo a los muertos, recordaba mucho su discurso en Trujillo después que fue excarcelado durante el gobierno de Benavides, cuando dijo ¡Estamos de nuevo juntos, porque siempre hemos estado limpios!.
Nos conto Víctor Raúl que en plena persecución cuando Manuel Arévalo dirigía la resistencia en el norte del País y la persecución era feroz, un dia a Manuel le provoco comer buñuelos y pregunto a sus acompañantes donde podían comprarlos, todos le dijeron que solo vendían en la Plaza de Armas de Trujillo, pero el riesgo era tremendo, Arévalo replico: Nos disfrazaremos, se coloco un poncho, un sombrero, una chalina, sus acompañantes también se disfrazaron, estando ya en la Plaza de Armas de Trujillo pidieron buñuelos, después que terminaron de comerlos, Manuel pregunto a la vendedora ¿Cuánto le debo señora? La dama respondió: ¡Nada compañero Arévalo!Dicha mujer que lo reconoció, lo trato con cariño y jamás lo delato.
Prosiguiendo su relato el Dr. Genaro Vélez, el Jefe del partido le dio varios encargos, entre ellos, gestionar la libertad de los militantes que estaban recluidos en Matucana y en Arequipa, injustamente y por errores judiciales, recuerdo que Guillermo García me busco y me comunico que el jefe quería verme, fue así que viaje a esas dos ciudades y logre su libertad, regresando a Lima con uno de ellos para darle cuenta al maestro Víctor Raúl.”Misión cumplida compañero Jefe aquí traigo a uno de los compañeros y el otro se quedo en su tierra, Arequipa”, entonces Haya sonriente me dijo, “muy bien compañero, gracias, muchas gracias, tú no sabes lo valiosa que es la libertad”.
Ahora en pleno siglo XXI es abogado personal de nuestro ex Presidente. Dr. Alan García Pérez, lo hace con esmero, lealtad y junto con el viene impulsando la gran revolución democrática y popular y han llevado energía eléctrica a todo el Perú, logrando la verdadera inclusión social, gracias al exitoso gobierno del Partido que fundara el maestro Víctor Raúl que sigue los postulados de Justicia Social formulados por Víctor Raúl Haya de la Torre hace mas de 80 años.
“Los verdaderos apristas debemos seguir el ejemplo de Víctor Raúl que entrego su vida por la causa del pueblo, por los ideales de la Justicia Social, la Libertad y el Bienestar Común, su Vocación Pedagógica, durante toda su vida de verdadero MAESTRO, así como su estatura moral y su existencia austera, sencilla y la grandeza de su conducta son ejemplos a seguir.”
Invito a los jóvenes de las nuevas generaciones a leer la biografía de Haya de la Torre y estudiar su pensamiento con criterio dialectico y relativista. Solo de esa manera podemos comprobar que aquí en el Perú nació el más grande pensador de la América morena, su sabiduría podemos decir sin temor a equivocarnos que la compara con la de PLATON Y Sócrates, es nuestro gran inspirador que se elevo como el ideólogo moderno de la Universidad Continental, del Antiimperialismo, del Filosofo del Espacio-Tiempo Historico,del luchador indesmayable por la Libertad, la Justicia y los Derechos de todos los Peruanos. Porque el Aprismo nació como el Frente Único de clases explotadas y seguirá luchando hasta conquistar los derechos aun pendiente de los miles de peruanos”.
Publicar un comentario